Se está empezando a hablar de fusionar también la federación de Comercio, Hostelería y Turismo con la de Servicios Financieros y Administrativos (Comfia). No sólo las empresas se fusionan. El movimiento sindical también se ha sumado a esta tendencia de unirse para hacerse más fuerte. Así dicho podría pensarse en la fusión de los dos principales sindicatos españoles Comisiones Obreras (CC OO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), aunque eso es aún periodismo ficción.De momento, las fusiones se producen en el seno de cada central y las próximas ocurrirán en Comisiones Obreras. Los responsables de este sindicato están preparando la creación de lo que pretende ser la mayor federación sindical de España.Para ello, trabajan en la fusión de la Federación Minerometalúrgica -hasta el momento la mayor del sindicato- y la de Industrias del Textil, Químicas y Afines (Fiteqa). La primera aportará 160.000 afiliados y la segunda, 60.000, con lo que la nueva federación industrial que surja será la mayor de toda España con alrededor de 220.000 afiliados.De esta forma, la futura organización le arrebatará esta primera posición a la federación del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT, que es ahora mismo la más numerosa del panorama sindical español.
En cuanto a la representatividad de la futura federación, fuentes del sindicato aseguraron que aventajará en unos 3.500 delegados al metal y la química de UGT.No obstante, esta fusión no se hará efectiva hasta después del próximo congreso confederal del sindicato que está previsto que se celebre a finales de 2008.La operación lleva fraguándose desde hace aproximadamente tres años, y se inició cuando José Ignacio Fernández Toxo -desde 2004 número dos de la cúpula del sindicato- aún era secretario general de la Federación Minerometalúrgica, pero 'por problemas de discrepancias entre los dirigentes no ha podido acordarse hasta ahora', añaden fuentes de la central.'La intención de CC OO es ir haciendo ámbitos federativos cada vez más fuertes, y no sólo en términos de poder interno sino de cara al peso del sindicato en el sector industrial, en este caso', explican fuentes de la secretaría de Organización de la Confederación del sindicato.
Otras fusiones. De hecho, ésta no es la única fusión de federaciones que los dirigentes de Comisiones Obreras tienen en mente, ya que se está empezando a hablar de fusionar también la federación de Comercio, Hostelería y Turismo con la de Servicios Financieros y Administrativos (Comfia).Si bien fuentes de la Confederación precisan que las negociaciones para lograr esta unión 'aún está en un estado muy inicial, aunque seguro que habrá más fusiones, porque es una especie de norma: a una fusión le suelen seguir otras'.Según estas mismas fuentes, la idea de los responsables de CC OO es ir uniendo todas las federaciones que sea posible de forma que las once organizaciones sectoriales existentes actualmente (sin contar la de pensionistas) 'puedan quedar reducidas a seis'. Aunque para esto harán falta varios años.Sería lógico que una de estas futuras concentraciones se produjera entre la futura federación industrial que salga y la de construcción, tal y como está organizado en UGT, que fusionó ambas organizaciones en 1998.
Pero esto plantea grandes dificultades en la actualidad, debido al reparto de poder en el seno de CC OO, ya que la corriente Alternativa Confederal, liderada por el ex número dos del sindicato, Rodolfo Benito, y que protagonizó una escisión del sector mayoritario es quien tiene la mayoría en la Federación de la Construcción.La organización que siempre aporta 'la tropa'Los 'compañeros del metal' han sido los que históricamente han escenificado la fuerza sindical en España, pero también en clave interna dentro de los propios sindicatos. De hecho, el peso de la todopoderosa Federación Minerometalúrgica de Comisiones Obreras ha sido objeto de muchos comentarios y de muchos cálculos en los dos últimos Congresos Confederales del sindicato.Cuando en 1998 Antonio Gutiérrez abandonó la secretaría general del sindicato su sustitución causó ríos de tinta en los periódicos. La incógnita, que se mantuvo hasta el último minuto, era si Gutiérrez conseguiría o no imponer a su candidato: José María Fidalgo, entonces secretario de Política Institucional, o sería el líder del metal, José Ignacio Fernández Toxo, el que arropado por el enorme peso de sus miles de delegados conseguiría ser el líder indiscutible de Comisiones Obreras. Ganó Gutiérrez e impuso a Fidalgo, que en teoría sólo contaba con el 10% de los votos mientras que Toxo era quien contaba con la tropa, es decir, la mayoría de los delegados.Cuatro años después, en 2004, Fidalgo se presentaba a la reelección y le salía otra china en el zapato: su número dos, Rodolfo Benito, protagonizaba una escisión de la mayoría creando la corriente Alternativa Confederal y anunciando que podría pelear con Fidalgo por optar a la secretaría general.
A propósito de esta situación, volvieron a saltar las alarmas y los cálculos y hubo quien puso otra vez encima de la mesa el fuerte peso del metal: el secretario general sería el que quisiera la federación de Fernández Toxo.Benito no se presentó, Fidalgo salió reelegido y la Federación Minerometalúrgica reforzada. Su histórico secretario general, José Ignacio Fernández Toxo, dejó su cargo para ser el actual secretario de Acción Sindical y número dos de la cúpula del sindicato. Fidalgo aún puede optar a un tercer mandato en 2008 pero después, no cabe duda que Fernández Toxo tendrá el apoyo de una tropa aún mayor después de la fusión.
Raquel Pascual.
Cinco Dias. 19-1-2007.
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