sábado, 26 de abril de 2008

Manifiesto 1º de mayo del PSUC viu


1º DE MAYO : POR UN TRABAJO DIGNO Y CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL

Desde el PSUC viu celebramos el 1º de mayo, día de la clase trabajadora, con la voluntad de contribuir en la defensa de una sociedad más justa y solidaria. Una necesidad que en el marco de las relaciones laborales requiere en la actualidad de un mayor compromiso por parte de la izquierda política y sindical en un momento de incertidumbre en lo económico y social. No en vano, año tras año, constatamos una realidad irrefutable : nuestro mercado de trabajo se sustenta en la precariedad, en la moderación salarial, en el aumento de la siniestralidad laboral, en la paulatina desintegración del tejido industrial y en la desregulacion de los derechos sociales.

Se avecinan tiempos de crisis. El crecimiento de la economía durante los últimos años se basó en el impulso de los servicios de consumo y de la construcción inmobiliaria, asentando de tal manera un patrón de crecimiento frágil, especulativo y escasamente productivo. Las consecuencias no se han hecho esperar y a raíz del descenso de la actividad inmobiliaria se ha producido una desaceleración de la economía. Situación que ha provocado en los últimos meses la pérdida de más de 100.000 puestos de trabajo en el sector de la construcción y un incremento del desempleo de 241.000 parados más sólo en el primer trimestre del año. En paralelo, la inseguridad en el empleo y el elevado índice de temporalidad, cerca de un tercio de los contratos laborales en España son eventuales, hacen presagiar una importante subida del desempleo en los meses venideros. Frente a ello, desde el PSUC viu consideramos inaceptable que la crisis la paguen los trabajadores cuando en los años de bonanza económica los beneficios revertieron únicamente en las arcas de la patronal. Recordemos, por ejemplo, que en el último decenio los beneficios empresariales aumentaron en más de un 70% mientras los trabajadores españoles perdían poder adquisitivo.

La crisis la ha de pagar quien la provoca. Es una inmoralidad que el cambio de ciclo económico castigue a la clase obrera y en especial a aquellos colectivos más sensibles y vulnerables. Las mujeres, los inmigrantes y los más jóvenes constituyen los sectores de población asalariada que con más dureza sufren las repercusiones de la recesión económica. Por ello, desde el PSUC viu creemos que se han de articular medidas que refuerzen la cohesión social a fin de evitar la fragmentación y la segregación de la propia clase trabajadora.

Es el momento de invertir el modelo productivo. La economía no puede seguir sustentándose en el sector terciario, proclive a la desregulación y a la moderación salarial. Es una prioridad abogar por el desarrollo industrial potenciando la innovación tecnológica y la incorporación de actividades de mayor valor añadido. Pero tampoco podemos permitir que sea el mercado el que regule las condiciones y los parámetros de la actividad industrial. Desde el PSUC viu hemos reclamado a la administración en los últimos años una política industrial que haga frente a los excesos de las multinacionales. La administración no puede ni debe ser neutra en el conflicto laboral. Ha de intervenir y exigir la responsabilidad social de la patronal en situaciones de cierres de empresas o despidos.

Por otro lado, hacemos extensible nuestro llamamiento a las organizaciones sindicales. Las pasadas reformas del mercado de trabajo y de la seguridad social así como los sucesivos acuerdos de negociación colectiva no han supuesto mejoras apreciables en las condiciones laborales de la clase obrera. La reforma laboral no sólo no consiguió reducir la tasa de temporalidad sino que significó prorrogar de nuevo el abaratamiento del despido. De igual manera, la reforma de las pensiones incrementó en dos años el periodo exigible de cotización para generar una pensión de carácter contributivo, medida que está perjudicando esencialmente a las mujeres. Por último, no podemos avalar una negociación colectiva que un año más apuesta por la moderación salarial con tímidos incrementos salariales del 2% cuando el IPC crece por encima del 4%.

No podemos obviar que una de las consecuencias directas de la precariedad en el trabajo es la siniestralidad laboral. Las cifras son dramáticas y trazan una gran sombra negra sobre el panorama laboral en España y Cataluña. Durante los dos primeros meses de 2008 fallecieron un total de 211 trabajadores en accidente laboral, 25 de ellos en Cataluña, donde se registran los mayores índices de siniestralidad. La realidad social y laboral de Cataluña es preocupante. Cataluña no sólo encabeza las estadísticas en materia de siniestralidad sino que también presenta el aumento más elevado de la tasa de desempleo. Así lo demuestra la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año. En Cataluña hay 291.000 parados y entre enero y marzo cerca de 39.000 trabajadores perdieron su puesto de trabajo, lo que representa un incremento interanual del 14,5%, un 3% por encima del resto de la media española. Desde el PSUC viu ya lamentamos en su momento que la prolongación del debate estatutario dejara de lado el debate social y de clase. Cataluña padece grandes déficits sociolaborales y la solución al problema pasa por un cambio en las políticas económicas, fiscales y de ocupación.

La crisis de la economía internacional ha fracturado aún más las diferencias entre los países ricos y pobres. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) más de 12 millones de personas en el mundo viven en una situación de esclavitud laboral, ya sea por coacción del poder político o bien de las empresas transnacionales. Son los estragos de una globalización desmesurada y que sobrevive gracias a las grandes desigualdades sociales que crea. El neoliberalismo al dictado del Banco Mundial y del FMI ha sumido en la extrema pobreza a millones de personas nutriéndose del expolio del tercer mundo y de las guerras que surgen de la necesidad de perpetuar el modelo económico de acumulación capitalista. Al mismo tiempo, no podemos olvidar que en un país como Colombia se han asesinado a 23 sindicalistas en lo que llevamos de año, una cifra dramática que pone de manifiesto los riesgos que corren los representantes sindicales en algunos países.

La deriva hacia políticas neoliberales en el seno de la Unión Europea pone en tela de juicio la pervivencia de un estado del bienestar cada vez más deteriodado. La liberalización de los servicios públicos antepone la rentabilidad económica a la protección social y a las necesidades de millones de trabajadores y trabajadoras. Las directrices del Libro Verde sobre derecho laboral y flexiseguridad sientan las bases para revisar la legislación laboral vigente acomodando los modelos clásicos de contratación a favor de una legislación más flexible y recepetiva a las exigencias de las multinacionales. Asistimos al desmantelamiento del estado social europeo. Generar la ofensiva por unos salarios dignos y por una Europa social, de progreso y sostenible es un objetivo inmediato y lo ha de ser tanto para el movimiento sindical europeo como para las formaciones políticas de izquierda.

La resistencia al neoliberalismo es posible. La victoria electoral de la izquierda en Paraguay amplía el abánico de países en América Latina que caminan hacia un sistema económico más justo y sensible a las demandas populares. En Europa, el triunfo electoral de AKEL en Chipre y el éxito de Die Linke en las últimas elecciones regionales celebradas en Alemania reafirman el peso de la izquierda y la vigencia de nuestro proyecto. Por nuestra parte, desde el PSUC viu no cejaremos en nuestra aspiración por acabar con las desigualdades de clase considerando la contradicción capital-trabajo la principal de nuestras tareas. Un análisis que nos lleva a no aceptar un sistema económico que causa miseria y exclusión social. Frente al neoliberalismo proponemos nuestra propia concepción de la economía, socialmente transformadora, de defensa de los servicios públicos, del pleno empleo y de la estabilidad laboral, y dependiente, en definitiva, de las necesidades de los trabajadores y trabajadoras.

!VIVA EL 1º DE MAYO, DÍA DE LA CLASE TRABAJADORA!

Secretaría del Mundo del Trabajo del PSUC viu.
Mayo de 2008.

viernes, 25 de abril de 2008

El sindicalismo ante las nuevas realidades sociales


Agustín Moreno Garcia, miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal de CCOO, pronuncio una conferencia, dentro del ciclo ‘Dialógos sobre política síndical’, el 24 de abril en la Fundación Sindical de Estudios.

Empezó su intervención con una afirmación rotunda: “Estamos en un momento histórico en el que el desarrollo de las fuerzas tecnológicas y productivas ha alcanzado un grado tal que permitiría alimentar y satisfacer las necesidades fundamentales de las personas”, sin embargo el mundo en el que vivimos, “un mundo capitalista, nada altruista”, provoca grandes desigualdades, conflictos, y pugnas de mercado. “Hay una ideología neoliberal que produce ataques a Estado Bienestar, a los servicios públicos, que busca la máxima rentabilidad del capital y genera situaciones complicadas y nos coloca ante retos nada sencillos para el movimiento sindical”.

A continuación realizó un análisis de la situación sociolaboral, subrayando “la precariedad laboral y la exclusión social derivadas de los ataques neoliberales al derecho del trabajo y al Estado de Bienestar; además estamos frente a una juventud fuertemente dualizada, que combina altas cualificaciones académicas con fuerte fracaso escolar, y demandas de mayor participación con pasotismo; una sociedad que vuela torcida como un pájaro de un solo ala, mientras las mujeres sigan discriminadas; una sociedad cada vez más plural e intercultural por el rápido aumento de la inmigración, no exento de tensiones; una sociedad que ante el desastre medioambiental o no tiene conciencia del mismo y sigue anclada en el paradigma del consumismo feroz o exige drásticas medidas y empieza a modificar radicalmente sus hábitos de vida”.

Hizo un repaso a lo que supuso en liberalismo desde los años 30 hasta la actualidad, donde el capitalismo se ha transformado, se ha vuelto más global y se esta modificado la situación de poder el mundo y también la situación dentro de cada país. “en nuestro caso afecta en el terreno de las relaciones laborales en la entrada, salida y gestión necesita flexibilidad”

El mundo vive una situación complicada, “si se toca una pieza se generan consecuencias en otros planos” y puso como ejemplo la crisis energética y la búsqueda de otras energías como los biocombustibles, que empieza a producir hambrunas, “estamos ante un embrión de capitalismo que es posible que tenga características diferentes a los del pasado, va a actuar en mercados cada vez más libres, con mínima reglamentación laboral, se mantendrán diferencias entre sectores y clases y entre países y muchos y graves movimientos de población”

En España la economía ha crecido durante los últimos tiempos, sin embargo no se han resuelto déficit social y laboral, “no se ha utilizado para reducir el diferencial que tenemos con la Europa 15 en gasto social publico” y esto se nota en pensiones, sanidad educación, atención a la infancia, a la dependencia. “El déficit social es incomodo y no nos gusta mirarnos. Son malos los resultados del esta política que dialogo social que hemos venido practicando”.

Analizó algunas características de la sociedad abierta, amplia, “es una sociedad abierta mujeres, inmigrantes, donde se han dado pasos importantes, Ley de Igualdad, “pero las leyes no bastan”. Hay que actual en la acción sindical, en el convenido, para evitar segregaciones, techos de cristal. A proposición de la igualdad resalto que además de las medidas en el trabajo y en la sociedad era importante el reparto tareas domesticas, “núcleo duro de la igualdad. La igualdad empieza en casa”.

En relación a los emigrantes considera que es necesario afrontar, organizar, afiliar y dar participación en la acción sindical. No se pueden poder puertas al campo, España tiene que ayudar a los países del tercer mundo y suscribir legislación y convenciones y tiene que asegurar que se cumplen normas y legislación, asegurar que los trabajadores inmigrante tienen derechos sociales y laborales. Subraya que “el intento de frenar la inmigración solo ha supuesto incremento la economía sumergida”

Otro de los bloque de su intervención se centró en analizar el papel y las líneas de trabajo de lo define como “sindicalismo necesario”, y es que en su opinión el papel del sindicato debe ser una combinación de su rol clásico y otras funciones nuevas, “debe de ser compensador de desigualdades, defensor de derechos sociales y laborales, redistribuidor de riqueza, impulsor de mayores niveles de democracia, integrador social y sindicato sociopolítico”, que tiene que oponerse a las nuevas agresiones al derecho del trabajo y a los servicios públicos, y también debe formular alternativas y propuestas.

Sobre las reformas laborales realizadas en los últimos años afirmo “las reformas han debilitado y restado credibilidad ante sectores importantes”, y propone “salir de esa trampa, se impone un cambio importante en la estrategia sindical en el presente”.

Considera que hay que plantear propuestas progresistas, tales como impulsar un orden internacional mas justo, globalización derechos, creación empleo de calidad seguro con protección social, política salaria ofensiva, fiscalidad más progresiva, sistemas universales de protección, cumplimiento de la legislación de la regulación laboral, combate contra cualquier forma de discriminación, desarrollo Formación Profesional integral, que recupere jóvenes que necesitar formarse más, regular los flujos migratorios con permiso residencia, y lucha con deterioro medioambiental… pero “Esto no sucede si no hay cambio en la estrategia y movilización, rearme ideologico de los trabajadores y recuperación de la acción sindical que consigue objetivos y no pierde de vista la capacidad de transformación”

Otra parte importante de su intervención la centro en definir “ser sindicato hoy pasa por una apuesta muy fuerte por la democracia sindical”, considera que lo que define a un sindicato es su “carácter reivindicativo, sin reivindicar no es un sindicato, es otra cosa”.

Sobre la independencia, y la autonomía del sindicato, señalo que en la actual sociedad esta independencia debe darse frente “al intento de institucionalizar por parte del Estado”. Defendió la unidad sindical y la política de alianzas, con sindicatos y organizaciones, movimientos antiglobalización anticapitalistas. Resalto la dimensión internacional del sindicalismo y la extensión de derechos sindicales en todo el mundo, también hablo de la necesidad que el sindicato tiene de “regenerarse”, ya que el movimiento sindical, “tiene síntomas de enfermedad, incapacidad para renovarse, para representar a nuevos colectivos, no lleva iniciativa, exceso institucionalización que nos aleja de las bases. Plantearse la regeneración como tarea de futuro para superar posibles pérdidas de credibilidad”.

Sobre el IX Congreso Confederal resalto que es urgente un cambio “En la dirección de recomponer consensos en torno a otra línea y a otro equipo. Es decir, recuperar la firmeza y reivindicación; reconocer la pluralidad y gobierno del sindicato por todos; asegurar la democracia, la participación; impulsar la renovación; garantizar un modelo organizativo equilibrado entre ramas y territorios y entre comités de empresa y Secciones Sindicales; defender el carácter sociopolítico y su adecuación a las nuevas realidades productivas, sociales y laborales”. Afirmo que aunque no es fácil la idea de regeneración “es necesaria para estar a la altura de las circunstancia” y descubrir la utilidad del sindicato al máximo numero de jóvenes. En su opinión la situación en la que vivimos puede empeorar y en esa situación “tenemos la obligación de ser optimistas, y tener proyectos”.

Fundación Sindical de Estudios

25 de abril de 2008.

sábado, 19 de abril de 2008

Ante la crisis, lucha de clases


Albert Miralles Güell.

Secretaría del Mundo del Trabajo del PSUC viu
.

HACIA LA CONFERENCIA DEL MUNDO DEL TRABAJO DEL PCE

Durante meses hemos ido conociendo un goteo de noticias que nos hablaban de la crisis. Ya esta aquí, entre nosotros, dispuesta a seguir el guión que la derecha liberal y la izquierda reformista tienen escrito para estos casos. Que la crisis la pague la clase trabajadora y las clases populares. La crisis termina con un largo ciclo de crecimiento económico, que ha servido para multiplicar los beneficios empresariales, tener superávit en los presupuestos públicos, para rebajar impuestos (IRPF, empresas). Un largo ciclo de crecimiento económico que ha conocido un incremento bestial de la explotación de la clase obrera, traducido en bajos salarios, perdida de poder adquisitivo, reducción del peso de los salarios y pensiones en la renta nacional, una siniestralidad record entre los países de la UE, una precariedad laboral sin parangón, la subcontratación como estrategia de abaratamiento de costes laborales, una economía sumergida basada en la explotación de la mano de obra inmigrante sin papeles, una privatización de lo publico y una aplicación sistemática de la gestión privada de lo publico, entre muchas otras cosas.

Todo este ciclo termina en paz social, que quiere decir paz laboral, paz sindical, paz política. Pocas luchas, poco conflicto social y político ante este incremento de la explotación. No valen excusas, l@s que nos consideramos comunistas (y todos los sectores mas cercanos en su concepción anticapitalista o antisistema) debemos reconocer que no hemos estado a la altura de las circunstancias en este período, que debería haber concluido con mejoras en la rentas salariales y las pensiones, en mejoras del estado social y de derecho, de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera y de las clases populares, en una política fiscal progresista, en un avance del estado del bienestar, en una mejora de la protección social. Todo el terreno que no hemos ganado en el ciclo de crecimiento ahora nos haría falta para resistir en mejores condiciones los embates de la crisis, habrían sido un colchón social y económico frente a la crisis.

Ahora veremos como crecen los impuestos indirectos, como se justifican las políticas antisociales, como se argumenta la congelación salarial, como se bajan de nuevo los impuesto, sobre todo el de sociedades, como se financia con dinero publico al sistema financiero, porque ser empresario es correr un riesgo que el papa estado debe soportar para evitar descalabros mayores, se seguirá subvencionando a las empresas, y mas y mas desprotección social… Y l@s comunistas, ¿que vamos a hacer ahora?¿Seguiremos encerrados en el partido viendo lo mal que va todo?¿Seguiremos deshojando la margarita de IU y de sus circunstancias y de sus posibilidades?¿Seguiremos conformándonos con explicar lo mal que lo hacen los demás?¿Tendremos la suficiente confianza en nuestro proyecto político, en nuestro partido, para encarar este reto?

L@s comunistas hoy tenemos una obligación y una responsabilidad ante la clase obrera de este país y ante nosotros mismos, que no podemos aplazar para resolver primero nuestras cosas. L@s comunistas debemos ser cuanto antes la palanca de movilización para la defensa de los derechos económicos, sociales y políticos de la clase obrera y de las clases populares.

En primer lugar hemos de caracterizar la crisis, el marco en el que nos tocara desarrollar la lucha de clases en el próximo periodo. Para condenar una vez mas y con todos los elementos necesarios el sistema de explotación capitalista, su lógica y sus consecuencias, pero también para situar nuestras políticas alternativas o correctoras ante la crisis. Hemos de poner a punto nuestras propuestas políticas para las reformas laborales, sociales y económicas que l@s comunistas consideramos necesarias y empezar a explicarlas en todas partes y por todos los medios a nuestro alcance, sin olvidar que este 2008 es un año congresual en CC.OO.

Este ejercicio de análisis del nuevo marco económico, de concreción de nuestras propuestas, de puesta en marcha de procesos de explicación en todas partes son las tareas mas importantes en este momento y por lo tanto las que debe priorizar todo el partido, su dirección, sus cuadros y sus militantes, en el próximo periodo, son la dedicación y el esfuerzo fundamental que debemos hacer los comunistas a parir de ahora en este país. Considero necesario y urgente convocar la conferencia de movimiento obrero del PCE, con la consiguiente participación del PSUC viu. Necesario para abordar estas tareas con un debate colectivo de abajo hacia arriba, que de la palabra a cada militante del partido y urgente porque debemos llegar a tiempo a la cita con los congresos de CC.OO., a primeros de septiembre de este año.

De nosotros, de nuestra capacidad, de nuestras propuestas, de nuestro trabajo, dependerá también como desde ahora como se va a gestionar la crisis que ya nos azota. Seremos responsables de nuestros aciertos o de nuestros errores, pero no tendría ninguna justificación que no dedicáramos prioritariamente nuestros esfuerzos colectivos e individuales a esta tarea, la defensa de los intereses de la clase obrera ante la crisis.

Si alguien todavía tiene dudas, que mire los resultados electorales de España y de Italia y se convencerá de que debemos “pegarnos al terreno”, a la clase. Si esto lo hacemos bien, todo lo demás se nos dará por añadidura.

Abril de 2008.

martes, 15 de abril de 2008

Manifiesto del 1º de mayo del PCE


Comité Federal del PCE.

12 de abril de 2008.


El Partido Comunista de España celebra el Primero de Mayo como una jornada reivindicativa y de ofensiva. Rememora los hechos históricos de Chicago y todas aquellas acciones de lucha que a lo largo de la historia han contribuido a la conquista de nuevos derechos para los trabajadores y las trabajadoras, por su emancipación y por la consecución de un mundo mejor.

El PCE sigue empeñado en el combate contra un modelo capitalista globalizado que profundiza las desigualdades entre los países, empobreciendo y explotando grandes áreas del planeta, llevándoles si es preciso a la guerra para despojarles de sus recursos naturales.

Este 1º de mayo viene marcado por la aprobación del nuevo Tratado para la Unión Europea que sigue profundizando en la aplicación de políticas neoliberales con la privatización y desmantelamiento de los servicios públicos al dictado de los potentes grupos económicos y financieros. Europa camina hacia el incremento de la jornada laboral, nuevas formas de precariedad y flexibilidad laboral de millones de trabajadores y trabajadoras europeas. No nos resignamos, sin embargo, a este modelo basado en las leyes del mercado y seguimos empeñando nuestros esfuerzos por una Europa de progreso económico y social, de cooperación y de paz.

En España, este 1º de mayo se celebra en un contexto de crisis económica y laboral que amenaza el futuro de millones de trabajadores y trabajadoras. La crisis en el sector de la construcción, el aumento de las cifras de desempleo y la desaceleración del consumo interno, son los primeros indicios de la recesión económica que se avecina. Tras una década de suculentos beneficios obtenidos por el capital que no fueron dedicados ni a mejorar las rentas del trabajo ni a cambiar el frágil modelo productivo actual, hoy nos negamos a que la clase trabajadora, de nuevo, pague el coste de esta situación a través de la reducción de los gastos sociales, el recorte de los salarios y el empeoramiento general de sus condiciones laborales.

Las escandalosas subidas de precios de productos básicos, así como la subida de las hipotecas estrangulan a las familias trabajadoras que se ven con enormes dificultades para llegar a fin de mes. Esta escalada inflacionista viene a formar parte de una continua pérdida de poder adquisitivo de los salarios que han visto reducido su peso en la renta nacional (pérdida de más de 13 puntos en las últimas tres décadas, pasando del 67% al 54%) en un contexto de aumento de los beneficios empresariales. Así, desde el año 1999 estos beneficios se han visto aumentados en más de un 70% mientras que el salario medio ha perdido un 4% de poder adquisitivo.

La temporalidad, la precariedad y la siniestralidad laboral siguen siendo el rasgo característico del mercado laboral español que condena a la clase trabajadora, en mayor medida a mujeres y a jóvenes, a salarios infames, a horarios a la carta, a un mayor riesgo de accidentes y a un futuro laboral incierto, consolidando la exclusión y la sobreexplotación intolerable de la mano de obra inmigrante. Las mujeres son las que más padecen la precariedad y el trabajo temporal que conduce, inevitablemente, a unas pensiones mínimas y a la feminización de la pobreza. El cumplimiento de la premisa “igual salario a igual trabajo” debe ser objetivo fundamental del conjunto de los trabajadores del siglo XXI.

La última reforma laboral no ha contribuido a rebajar el alto índice de temporalidad, aún cuando ese decía ser su objetivo. El Gobierno del PSOE no ha puesto en el centro de sus políticas una mayor estabilidad y seguridad en el empleo, mostrando más interés en bonificar a las empresas y en reducir el impuesto de sociedades.

Nosotros rechazamos con rotundidad la inevitabilidad de esta situación y seguimos proponiendo medidas necesarias y justas para el conjunto de la clase trabajadora: reducción de la precariedad en el empleo recuperando la causalidad en la contratación y reduciendo el número de modalidades, jornada de 35 horas sin reducción salarial, recuperación del poder adquisitivo de los salarios, eliminación de las ETTs, medidas de igualdad efectivas, persecución del fraude en la contratación, cumplimiento de las leyes de salud laboral y democratización en la empresa, con igual énfasis que el reconocimiento de iguales derechos laborales, sociales y políticos de los trabajadores y trabajadoras inmigrantes, como única forma de eliminar su sobreexplotación y el dumping laboral ejercido por las empresas.

Este 1º de mayo seguimos renovando nuestro compromiso de lucha por la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora, por la justicia social, por un reparto justo de la riqueza, por la solidaridad y por un mundo mejor. Manifestamos nuestro total apoyo a las movilizaciones en aquellas empresas con procesos de reestructuración o deslocalización en defensa del puesto de trabajo y a todas aquellas movilizaciones que en la actualidad se desarrollan en servicios públicos como el transporte, la sanidad y la enseñanza en riesgo sistemático de privatización y empeoramiento de las condiciones laborales con consecuencias inmediatas en el deterioro de los servicios públicos que se prestan a la comunidad.

VIVA EL 1º DE MAYO.
VIVA LA CLASE OBRERA.

Nota de prensa del Sector Crítico de CCOO


Ante la información aparecida en algún medio de comunicación (El Mundo, 14 de abril de 2008) donde la cúpula patronal y de los sindicatos emplazan al gobierno a reabrir el debate nuclear para su relanzamiento, el Sector Crítico de CCOO quiere manifestar lo que sigue:

1. La Confederación Sindical de CCOO siempre se ha manifestado en contra de la energía nuclear en sus Congresos Confederales.

2. Las opiniones que pueda tener José María Fidalgo sobre la energía nuclear debe de realizarlas como un simple particular, ya no puede formularlas en nombre del sindicato ni como su secretario general.

3. Es una vergüenza como el lobby nuclear está influyendo en los sectores sindicales y hay que preguntarse sobre a quién representan estos líderes sindicales de CCOO y UGT cuando vienen desarrollando una contumaz e impúdica campaña nuclear.

4. Al mismo tiempo que se presiona al gobierno para que modifique su actual posición, conocemos las secuelas del grave accidente de la central nuclear de Ascó (Tarragona), que va a obligar a investigar la contaminación radiactiva a más de 800 personas. Como siempre que suceden este tipo de situaciones, nos encontramos con la opacidad y el intento de ocultamiento de la gravedad de los hechos a la opinión pública.

5. La disolución del Ministerio de Medioambiente en el de Agricultura y Pesca, con una ministra al frente de baja sensibilidad hacia la sostenibilidad es un hecho preocupante que podía suponer un giro en el futuro en la posición del gobierno en materia nuclear. Por eso el debate no debe darse entre una élite formada por la cúpula sindical, los grandes grupos económicos y el gobierno, sino un amplio debate social sobre los riesgos y limitaciones de la energía nuclear.

6. Para CCOO la situación no ha cambiado y nuestra posición de CCOO no debe de modificarse. No es posible apostar por una energía que:

-Es incapaz de resolver el problema de los residuos que mantienen su extrema peligrosidad durante miles de años.

-Es inviable económicamente y sólo puede subsistir con fuerte subsidios públicos.

-No proporciona a nuestro país independencia energética puesto que hay que importar todo el uranio y enriquecerlo en otros países.

-No tiene futuro, ya que, en el mejor de los casos, existen reservas de uranio para 80 años.

-No puede sustituir a los combustibles fósiles en el sector del transporte.

-No puede reducir significativamente las emisiones de gases de invernadero que originan el cambio climático.

-Es sustituible mediante energías renovables y medidas de eficiencia y ahorro.

7. Por todo lo anterior, el Sector Crítico de CCOO mantiene su oposición a la energía nuclear, que sólo es apoyada por el 4% de los españoles, y reivindica el cierre gradual y rápido de las centrales nucleares existente. Y exigimos que no se vuelva a pronunciar públicamente el secretario general del sindicato en apoyo de lo nuclear, cuando no se han modificado los acuerdos congresuales y ni siquiera se ha debatido en los órganos de dirección.

Sector Crítico de CCOO.

Madrid, 15 de abril de 2008.

sábado, 5 de abril de 2008

Sobre el congreso de CCOO


Pedro Luna Antúnez.

Secretaría del Mundo del Trabajo del PSUC viu.


El pasado 11 de marzo el Consejo Confederal de CCOO aprobó la convocatoria del IX Congreso del sindicato a celebrar entre el 17 y el 20 de diciembre del presente año. Así mismo, se designó la formación de una Comisión de Ponencias y se aprobaron las normas del proceso congresual. Cabe destacar éste último punto puesto que representa la articulación de un nuevo modelo de congresos, necesidad que ya se abordó en el transcurso del VIII Congreso, con el fin de fomentar e incrementar la participación de la afiliación en los procesos congresuales del sindicato. Sin embargo, ésa fue una mera declaración de buenas intenciones que ha caído en saco roto. Los compañeros del Sector Crítico de CCOO han presentado un recurso a la Comisión de Garantías del sindicato precisamente por considerar que algunos aspectos del nuevo modelo de congresos dañan la participación de la afiliación en el proceso.

En síntesis, el nuevo modelo congresual establece un ordenamiento del debate y de la elección de delegados estructurado en tres niveles, un primer nivel correspondiente a las asambleas congresuales de las secciones sindicales de más de 25 afiliados, un segundo nivel que correspondería a las asambleas congresuales o congresos de los sindicatos provinciales y comarcales, y un tercer nivel dirigido a las asambleas congresuales o congresos de las federaciones de nacionalidad o región y uniones provinciales y comarcales. Finalmente, el proceso culminaría con la realización de las asambleas congresuales de las federaciones estatales y confederaciones de nacionalidad o región.

Pues bien, respecto a la elección de delegados del primer nivel, las asambleas congresuales se limitan a las secciones sindicales de más de 25 afiliados y las candidaturas presentadas deberán ir avaladas por el 10% del censo electoral proclamado. Por otro lado, se ofrece la posibilidad de que puedan participar los afiliados de secciones sindicales de menos de 25 afiliados agrupándose por zonas o sectores y en este caso las candidaturas habrán de ser avaladas por el 5% del censo de la circunscripción. Obviamente, tales requisitos vulneran, y he aquí el sentido del recurso presentado por el Sector Crítico de CCOO, el propio artículo 11 de los estatutos del sindicato que establece en el 10% de los delegados presentes el porcentaje de avales necesario para poder presentar una candidatura electoral.

De igual manera, las normas congresuales regulan que se puedan presentar candidaturas avaladas por el 10% del consejo correspondiente en el caso de las asambleas agrupadas. Ello podría crear situaciones contradictorias e inexplicables como la señalada en el recurso a la Comisión de Garantías: “Para mayor claridad imaginemos el siguiente supuesto: Asamblea agrupada con un censo de 500 afiliados y afiliadas, de un sindicato provincial con un consejo provincial compuesto por 30 miembros. En la asamblea participan 25 afiliados, de los cuales 24 apoyan a un candidato, pero no pueden presentar candidatura ya que no se alcanza el 5% del censo (a pesar de ser el 96 % de los presentes) mientras el otro partícipe presenta su candidatura avalada por 3 miembros del Consejo correspondiente (que ni siquiera forman parte del censo). En este caso sólo este último estaría habilitado, según las normas, para presentar candidatura”.

En este sentido, la propuesta del Sector Crítico de CCOO es la de fijar en la fase deliberativa cual es el número exigido de avales para poder presentar una candidatura en virtud de los estatutos del sindicato y de los delegados presentes en la asamblea. Porque otro detalle controvertido del nuevo modelo congresual es la separación de la fase deliberativa de la electiva. Si el objetivo consiste en abrir el sindicato a la afiliación no puede entenderse porque en las asambleas congresuales se separa, por un lado, el debate de los documentos y por otro lado, la elección de delegados. Separando la fase deliberativa de la electiva es posible que se logre una mayor participación en cuanto a la legitimación de las candidaturas mayoritarias pero no así en el debate y en la discusión de los materiales, que es donde verdaderamente hay que potenciar la intervención del afiliado.

En consecuencia, se trata no tanto de aumentar el número de votos o de los delegados congresuales sino de concretar cauces de participación real de la afiliación en la elaboración y discusión de la acción sindical de CCOO para los próximos cuatro años. En ello reside la participación efectiva y sobre el terreno de la afiliación, en poder decidir la estrategia sindical de la organización porque, en definitiva, serán los primeros que apreciarán de inmediato los resultados y el alcance de la misma. Porque, sin duda, los retos de futuro que ha de marcarse CCOO en el próximo congreso han de suponer la mejora de las condiciones sociales y laborales de la clase trabajadora en España merced no sólo al impulso de un nuevo modelo productivo sino también a la lucha contra la precariedad laboral, que no deja de ser el principal déficit del actual mercado de trabajo.

Por último, quisiera realizar un breve apunte desde Cataluña. La aprobación ya a finales de 2006 de un modelo congresual propio para las CCOO de Cataluña, al margen de las normas aprobadas para el resto de la confederación sindical, así como la previsión de realizar el congreso de la CONC a principios de diciembre, augura un choque de trenes no sólo por la proximidad entre ambos congresos sino porque está en juego el concepto de confederalidad y con ello el sustrato sociopolítico y de clase de nuestro sindicato. No en vano, el reguero generalizado de fusiones entre federaciones ha provocado por inercia un mayor reforzamiento de las estructuras territoriales y por consiguiente, un alejamiento respecto a la estructura confederal. Y sin menoscabar la autonomía y la singularidad de algunos territorios tampoco sería deseable convertir a la confederación sindical de CCOO en un reino de taifas.

Abril de 2008.