martes, 27 de noviembre de 2007

Homenaje a Marcelino Camacho


CCOO rindió esta noche un emotivo homenaje a Marcelino Camacho, figura clave del movimiento obrero, en un acto que contó con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el actual secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, y otras personalidades políticas, sindicales y del mundo cultural y empresarial.

Marcelino Camacho, miembro del PCE, fue el primer dirigente de CC.OO. Ocupó el cargo de secretario general del sindicato desde 1976 a 1987, año en el que fue nombrado presidente de CC.OO. Allí se mantuvo hasta 1996, cuando fue expulsado junto a otros delegados sindicales.

A punto de cumplir 90 años el próximo mes de enero, Camacho, que formó parte del ''Proceso 1001'', por el que fue condenado a 20 años de cárcel, tiene en su haber la Gran Cruz del Mérito Civil, la Orden del Mérito Constitucional y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, entre otras distinciones.

Zapatero aprovechó su presencia en este acto para alabar la unidad de acción sindical, así como para rendir un homenaje público a CC.OO. por su contribución a la democracia y a la lucha por la libertad. "Alabo y hago votos por el buen entendimiento entre CC.OO. y UGT y los representantes de los empresarios", afirmó el jefe del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno definió a Camacho como un "padre fundador" de la democracia y la libertad, un luchador y un hombre "honesto y coherente", que "ha vivido como ha pensado y pensado como ha vivido", al tiempo que subrayó que todo lo que ha hecho este histórico dirigente sindical ha merecido la pena por el legado que ha dejado no sólo a los trabajadores sino a toda la sociedad española.

Este acto dedicado a Marcelino Camacho se celebró en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid y fue conducido por la actriz Aitana Sánchez Gijón. A él asistieron otras personalidades del mundo de la cultura, como los actores Juan Diego, Pilar Bardem, Nuria Espert y Charo López y cantantes como Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, Rosa León, y Raphael y su esposa Natalia Figueroa. Los dos últimos, junto a Luis María Ansón, fueron invitados por el propio Marcelino Camacho, amigo personal de los tres.

Del mundo político acudieron a esta cita, entre otros, José Blanco y Diego López Garrido, por parte del PSOE, Eduardo Zaplana y Ana Pastor, del PP, Gaspar Llamazares, de IU, Francisco Frutos, del PCE, y José Antonio Labordeta, de CHA, que junto al cantante Luis Pastor y guitarra en mano, amenizó el acto con varias canciones.

Llamazares destacó la "coherencia" de Marcelino Camacho, al que calificó de "líder obrero irrepetible", mientras que Francisco Frutos alabó también su coherencia, su honestidad y su entrega. Fidalgo, por su parte, afirmó que Camacho es un "héroe" para su generación, una buena persona y un hombre "valiente", al que "le da igual no estar de acuerdo con la gente si está de acuerdo consigo mismo".

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que vino acompañado de otro histórico dirigente sindical, Nicolás Redondo, ovacionado por el auditorio, subrayó que Camacho es un "ciudadano ejemplar", en tanto que el ex presidente de la CEOE, José María Cuevas, lo definió como un "resistente".

Intercalando éstas y otras intervenciones, como la del ex secretario general de CC.OO. Antonio Gutiérrez o la del líder del sector crítico del sindicato, Agustín Moreno, se proyectó un vídeo sobre la vida de Marcelino y se leyeron poemas, entre ellos uno de Rafael Alberti que interpretó Nuria Espert, arrancando una de las ovaciones más sonadas de la noche.

Pero, sin duda, la intervención más celebrada y que más aplausos reunió fue la del propio Camacho, que salió al estrado acompañado de su mujer Josefina, a la que también se le rindió una especie de homenaje.

Con el auditorio en pie, Marcelino envió un abrazo a todos los participantes de un acto del que destacó su "unidad". El "viejo sindicalista", como se denominó a sí mismo, terminó su breve discurso al grito de "Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar". Poco después, sonó la Internacional para poner el broche a un homenaje donde dominó el rojo de las Comisiones Obreras.

La Insignia

26 de noviembre de 2007.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Homenaje a Marcelino Camacho 2007


AGUSTÍN MORENO.
Público. 26-11-07.

Hace unos años llevé a Marcelino al instituto y antes les dije a los chicos: buscadle en el Larousse y cuando venga aquí, si veis a un abuelo apacible, no hagáis caso de las apariencias. Marcelino Camacho es importante, muy importante, aunque no es rico, vive modestamente en Carabanchel y hoy no tiene poder sindical ni político directo. Pero es un personaje histórico y una persona indomable, que no se ha plegado nunca ni ante Franco ni ante las burocracias sindicales. Sólido y próximo, concreto y con la línea del horizonte en su mirada, no les defraudó.

Tras la Guerra Civil, durante el franquismo, en la transición y en la democracia, Marcelino juega un papel clave por su lucidez. Nunca perdió el norte, supo orientarse ante los cambios y siempre tuvo claro que hay que apostar por los trabajadores, por la clase obrera como sujeto histórico del cambio, ya que el mundo no está hecho a la medida de los más débiles. El coste de su apuesta es la cárcel, el destierro, el despido, la marginación y mucho sacrificio. Por ello es uno de los grandes protagonistas de la Historia de España del último medio siglo. Como dijo de él Manuel Vázquez Montalbán, tras la gran derrota de la Guerra Civil "Marcelino fue una pieza clave en ese resurgir del movimiento sindical en las condiciones más difíciles de dictadura".

Ha sido el fundador del gran sindicato Comisiones Obreras y un modelo de compromiso con la lucha antifranquista, por las libertades, la paz y por los derechos laborales. De una honestidad a prueba de bombas, personifica la mejor tradición del movimiento obrero: los que organizaron los sindicatos siempre fueron los más austeros, los más cualificados, sobrios, autodidactas y con mayor conciencia de clase. Resolvió las opciones que, según Hobsbawm, se les presentan a los trabajadores de la mejor manera para su conciencia y para su clase: no buscar el enriquecimiento o el medro personal, no desmoralizarse, y sí organizarse y luchar para cambiar el mundo, para mejorar las condiciones de vida y de trabajo.

Es mítico su coraje y voluntad de hierro para no rendirse ni tirar la toalla nunca y seguir combatiendo el desorden capitalista. Las grandes personas se ponen a prueba en los momentos decisivos. Y Marcelino superó todas las pruebas ante la represión y la cárcel, ante las discrepancias internas y las decisiones difíciles, al defender la independencia de CCOO en momentos claves como la tramitación del Estatuto de los Trabajadores, la tarde-noche del 23 de febrero de 1981 que compartimos en un comité de enlace con la UGT, ante la concertación social y en muchas otras ocasiones.

Su gran fuerza es la de sus ideas y sus convicciones. Coherente hacia fuera y hacia dentro, exigió la democracia política y la libertad sindical en el país en plena dictadura, ha defendido la democracia interna en las organizaciones donde ha militado y ha sido libre al posicionarse, aunque se quedase en minoría y ello tuviera consecuencias represivas, más dolorosas aún si provienen de los que se considera propios. Es obligado recordar todos los hechos: no se le elige para la presidencia del sindicato en el VI Congreso (1996), sin ningún debate entre las bases, convirtiéndole en chivo expiatorio para lanzar un mensaje a críticos y discrepantes de que serían excluidos si se oponían a una operación que pretendía moderar al sindicato hasta unos niveles irreconocibles.

Recuerdo, al ver la foto de la primera Ejecutiva Confederal, su apuesta valiente por la juventud y la renovación de la dirección del sindicato. Era increíble que, a finales de los años 70, chavales de veintitantos años compartiéramos responsabilidades y trabajásemos codo con codo con alguien que para nosotros era un auténtico mito.

En Marcelino resalta muy especialmente su calidad humana, que se expresa en la sencillez, bonhomía y carácter cariñoso. Quizá por ello y por su solidez ideológica ha sido insensible a los halagos del poder, esos cantos de sirena que encandilan a más de un dirigente.

Ha sido capaz de hacer convivir en CCOO a posiciones sindicales muchas veces encontradas, porque ha defendido la pluralidad por creer que es un valor en una organización y porque ha confiado en la fuerza de sus ideas y del diálogo para abordar las diferencias. No persiguió a los discrepantes, porque no los consideraba ninguna amenaza y porque, más allá del peso de sus argumentos, siempre estuvo muy sobrado de autoridad moral, tanto ante los amigos como ante los enemigos. De ahí su talento para sumar y no para restar.

Pero, sobre todo, destaca por su coherencia. De entre la multitud de homenajes y premios que ha recibido, hay uno que le resulta especialmente grato: el premio a la Coherencia de Guardo, un pueblo obrero y minero del norte de Palencia. Premio que, como de coherencia se trata, debe compartir con su querida compañera Josefina Samper. Sé que es uno de los que más le enorgullecen, porque Marcelino siempre, siempre, ha intentado ser fiel a los trabajadores y a él mismo, y cuando vuelve la vista atrás para contemplar su vida, lo expresa de manera rotunda al afirmar: "Si tuviera que volver a nacer, volvería a hacer lo mismo".

Por todo lo dicho, Marcelino Camacho se merecía un gran homenaje de todo el sindicato, de los trabajadores y trabajadoras y de la sociedad española. Aunque estoy seguro de que el mejor homenaje que desearía el propio Marcelino sería la recuperación y el fortalecimiento de su legado en CCOO: la pluralidad, la unidad, la firmeza y el carácter de clase del sindicato.

Decía Flaubert que "al escribir la biografía de un amigo, hay que hacerlo como si estuvieras vengándolo". Marcelino no lo necesita por su altura moral, que le hace estar por encima de toda circunstancia. Como en el fondo son los actos los que hacen que las personas sean memorables, sus compañeros, camaradas y amigos nos podríamos haber ahorrado las palabras y limitarnos a darle las gracias a Marcelino, por tantas y tantas cosas.

Agustín Moreno es vocal de la Comisión Ejecutiva de CCOO.

Artículo en Público

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Triunfo de los trabajadores de Boliden


DECLARACIÓN DEL SECRETARIO PROVINCIAL DEL PCA-SEVILLA

La lucha de los mineros de BOLIDEN, de sus compañeras e hijos así como la solidaridad de miles de personas de Sevilla y sus pueblos ha hecho posible la consecución de las reivindicaciones: MARCHA ATRÁS EN LOS DESPIDOS Y EMPLEO ESTABLE Y DE CALIDAD PARA TODA LA PLANTILLA.

Con el apoyo de la Unión Provincial de CC.OO de Sevilla, éstos compañeros estaban dando desde el mes de agosto una lección de UNIDAD Y RESISTENCIA, primero con el encierro en la corta, continuando con la marcha hasta Sevilla, encierro en la catedral de Sevilla, encierro de las mujeres en la iglesia de Aznalcóllar, manifestación del día 16 de octubre, ocupación de la Consejería de Innovación, etc. El gobierno de Manuel Chaves ha querido utilizar el tiempo como arma contra la moral de los trabajadores, pero se han estrellado con una capacidad de respuesta en el tiempo, por parte de los mineros, que se estaba empezando a volver en contra del propio Chaves y su partido, el PSOE.

Desde el PCA felicitamos con profunda alegría a todos los mineros y a sus familias, nos sentimos humildemente partícipes de éste triunfo y estaremos, como hemos estado desde siempre con independencia de quien gobierne en cada momento, con las reivindicaciones y las luchas de los trabajadores en defensa de lo público y del empleo.

SÓLO LA LUCHA Y LA CONCIENCIA DE CLASE SON GARANTÍA DE LAS CONQUISTAS OBRERAS.

Juan de Dios Villanueva Generoso.

Sevilla, 7 de noviembre de 2007.

PCA de Sevilla

lunes, 5 de noviembre de 2007

Resolución de CCOO del Grupo Seat


POR EL REINGRESO SIN EXCLUSIONES DE TODOS LOS TRABAJADORES/AS DESPEDIDOS POR EL E.R.E. DICIEMBRE DE 2.005.

La Vª Conferencia de la Sección Sindical Intercentros de CC.OO. del Grupo SEAT exige a la dirección de SEAT el reingreso sin exclusiones, antes de finalizar el año 2.007 de todos/as los/as despedidos/as por el ERE de 2.005, que mantengan su voluntad de reingresar en SEAT. Exige igualmente la readmisión inmediata de quienes han obtenido sentencias de despido nulo y la retirada de los recursos interpuestos a la treintena larga de sentencias de nulidad obtenidas por los/as demandantes en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

CC.OO. del Grupo SEAT, denuncia la decisión de la empresa de haber congelado los reingresos anticipados entre abril y octubre de 2.007, y considera inadmisible que desde enero de 2006 se hayan realizado nuevas contrataciones, de relevo y de sustitución de relevista, cubiertas con personal no despedido/a.

CC.OO. del Grupo SEAT no aceptamos que el reingreso en SEAT sea vetado a nadie, inclusive a quienes han ejercido derechos amparados en el ordenamiento constitucional.

CC.OO. del Grupo SEAT participa del sentimiento ampliamente mayoritario de la plantilla, manifestado por diferentes medios, a favor del reingreso sin exclusiones.

CC.OO. del Grupo SEAT solicita a la Administración de la Generalitat, como parte implicada en el ERE del 2.005, que se implique activamente en la resolución definitiva del Expediente, a favor de los reingresos en el plazo previsto y sin exclusiones. A tal fin, los órganos de la Sección Sindical realizarán urgentemente cuantas medidas sean necesarias para lograr este objetivo.

CC.OO. del Grupo SEAT utilizará todos los medios a su alcance para lograr el reingreso de todos/as los/as despedidos/as antes del fin de 2.007.

Barcelona,
27 de octubre de 2007.