miércoles, 23 de mayo de 2007

Entrevista a Isabel Salud, Secretaria del Mundo del Trabajo del PCE


Isabel Salud, actual Secretaria del Mundo del Trabajo del PCE, nació en Sant Climent de LLobregat, un pequeño pueblo de la provincia de Barcelona y con posterioridad se trasladó a Euskadi, donde vive y trabaja actualmente. Isabel es funcionaria del Ayuntamiento de Eibar, donde es delegada de CCOO, y lleva más de quince años militando en el EPK (federación del PCE en Euskadi).

Javier Chamorro.
Mundo Obrero Nº 188. Mayo de 2007.

Mundo Obrero: ¿Cuáles son los déficits laborales que tenemos en España en este momento?

Isabel Salud: El déficit más grave que tenemos actualmente es el referido a la precariedad laboral, y no sólo desde el punto de vista de la temporalidad en la contratación, que también, si no en su sentido más amplio.

MO: ¿Lo precario entendido cómo?

IS: Es decir, está claro que uno de los mayores problemas al que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras en nuestro país es que un 34 % trabaja con un contrato temporal, afectando sobre todo a mujeres, jóvenes e inmigrantes. De hecho más de ocho de cada diez contratos nuevos que se firman son temporales. Pero lo grave es que esa falta de estabilidad en el empleo va acompañada de bajos salarios, largas jornadas, falta de formación, promoción y seguridad y por tanto, una alta probabilidad (el doble) de sufrir un accidente laboral.

MO: Y los salarios se encuentran prácticamente congelados desde 1997…

IS: Precisamente ¡y a pesar de los escandalosos beneficios de las empresas españolas! Pero este problema es aún mayor en la contratación temporal. En general, lo que vemos es una constante pérdida de derechos laborales por parte de la clase trabajadora, pero especialmente de los más precarios. Llegar a ellos es el gran reto de los sindicatos y de la izquierda en general.

MO: ¿Y qué papel están jugando las deslocalizaciones como la de Delphi?

IS: Esta no es una práctica nueva en el sistema capitalista cuya producción se mueve a otras zonas o países en busca de mayores ventajas económicas. El problema se agrava en nuestro país por la gran debilidad del sector industrial que llevamos denunciando desde hace décadas. El peso del sector industrial en nuestra economía es cada vez menor, a favor de los sectores de la construcción y los servicios. Sectores intensivos en mano de obra, con muy poca cualificación, con índices de temporalidad y siniestralidad altísimos. La inversión en I+D+i de la industria española es bajísima y este hecho la expone a que el capital y la producción vuelen a otros países en busca de mayores beneficios.

MO: Pero se sigue creciendo a un ritmo superior que en el resto de Europa…

IS: Sí, el crecimiento de la economía en España es superior, pero este crecimiento se sustenta sobre pilares muy débiles que hacen inviable el futuro económico y laboral: gran inversión en el sector de la construcción ya con claros signos de agotamiento, una gran demanda interna a costa de un creciente endeudamiento familiar cercano ya a su límite, poco peso del sector industrial y poca inversión productiva e innovadora con un índice de productividad bajísimo. Además de todo esto, el gran drama del crecimiento económico es que la clase obrera no se beneficia de esa riqueza creada, ya que en el reparto de la misma quién se queda con la mayor parte son las rentas del capital.

MO: Quizá nos hemos desviado un poco de la pregunta inicial ¿que significa Delphi?

IS: Bueno, pues Delphi significa negar el futuro a miles de familias de la Bahía de Cádiz, significa el paro, la miseria y la huída a otras zonas en busca de empleo. Significa, también, lucha obrera contra este atropello de una empresa que ha recibido fondos públicos, que ha engordado sus cuentas de resultados y ahora se marcha sin cumplir sus compromisos. Así es el capital, no tiene escrúpulos ni le importa el bienestar del ser humano, con tal de alcanzar su objetivo, el beneficio máximo. Hay que decir, además y con mucha claridad, que el conflicto es consecuencia de una acción premeditada de cierre patronal para provocar la crisis del centro gaditano.

MO: ¿A qué te refieres?

IS: Me refiero a que la dirección de la Empresa, tal y como ha denunciado el Comité, vendió parte de la maquinaria en funcionamiento con la falsa intención de comprar otras nuevas. La realidad es que esa nueva tecnología nunca ha llegado a Delphi. Quiero mandarles desde estas líneas nuestra solidaridad, apoyo y muchos ánimos en la lucha.

MO: ¿Pero se trata de un caso aislado?

IS: No, claro que no. La búsqueda del máximo beneficio en el menor tiempo posible es la razón principal del fenómeno de la deslocalización, y una muestra más de lo suicida que resulta para el futuro, fiar nuestra economía a seguir rebajando los costes laborales, porque otros países nos ganan con creces.

MO: Otra de las cosas que siempre se dice para mantener los salarios bajos, defendido por Patronal y Gobierno es que permite acercarnos al pleno empleo:

IS: Pero no es cierto. Este es el argumento que se viene utilizando ya hace muchos años para rebajar los costes salarias en nuestro país. España tiene actualmente un 8 % de desempleo, según la EPA, que si bien es menor que en otros periodos anteriores, no es menos cierto que seguimos siendo el país con más paro de la UE-15, sólo superados por Grecia, Polonia y Eslovaquia.

MO: Sin embargo, en Alemania, los trabajadores del metal han accedido en algunos casos a bajar sus salarios chantajeados con la amenaza de la deslocalización.

IS: Si, desgraciadamente. Esta es la amenaza que utilizan las grandes multinacionales para ir recortando derechos laborales. El problema es que no se coordinan respuestas sindicales contundentes a nivel europeo. Estamos en un momento de debilidad sindical, de asunción del discurso neoliberal y la aceptación del sistema capitalista como el mal menor.

MO: ¿Nos limitamos entonces a aquello que algunos llaman gestionar la derrota?

IS: En parte sí, sobre todo sindicalmente. En Occidente seguimos anclados en el posmarxismo, con poca organización y fuerza para combatir al Capital. La coordinación, organización y las movilizaciones siguen sin tener el peso suficiente en Europa para cambiar las cosas, salvo casos concretos como Francia.

MO: ¿Existe una fractura entre trabajador@s precari@s y trabajador@s estables?

IS: Sin duda, entre los que tienen un empleo de calidad y con derechos y los que tienen un empleo en condiciones muy precarias. Pero además la tendencia, si no lo remediamos antes, es seguir sustituyendo el empleo de mayor calidad por otro con menores derechos. Insisto, el gran reto de los sindicatos de clase y de la izquierda es saber llegar e influir entre los sectores más débiles.

MO: ¿Qué papel juega o está jugando el gobierno del PSOE en todo esto?

IS: El Partido Socialista no ha aplicado una política económica que cambie en nada esta situación, más bien al contrario, sigue con los mismos planteamientos neoliberales que ya aplicaran los gobiernos de Felipe González y que continuó aplicando el PP de Aznar, y que sin duda, vienen marcados por la Unión Europea. De hecho, la última Reforma Fiscal, la Reforma Laboral o la Reforma de la Seguridad Social, han supuesto un trasvase de rentas públicas y de rentas de los trabajadores al capital. La participación de las rentas del trabajo en el PIB se ha visto reducida a favor de un aumento de la participación de las rentas del capital. El actual Gobierno ha pretendido con estas reformas seguir beneficiando a la Patronal, aumentando sus beneficios para estimular la inversión productiva y en I+D., en un intento de cambiar nuestro modelo productivo, pero sin diseñar ningún tipo de iniciativa o programa de obligado cumplimiento. La práctica ya nos ha demostrado que a pesar de los grandes beneficios obtenidos por las empresas en la última década, éstos no se han invertido en innovación y desarrollo. La realidad es tozuda y el necesario cambio del modelo productivo español no vendrá de la voluntariedad del empresariado.

MO: Ya que hemos hablado de la Reforma Laboral ¿era necesaria?

IS: Sí era necesaria, pero no en la línea que se ha aprobado. Era y es necesaria para invertir la tendencia actual reduciendo los altos índices de temporalidad, sin embargo hasta la fecha, ésta no se ha reducido, a pesar de las bonificaciones empresariales y las campañas extraordinarias. Iremos analizando los resultados de su aplicación, pero nosotros ya advertimos que las medidas aprobadas en esta Reforma, igual que en las anteriores, no acabarán con la eventualidad, más bien al contrario. Abaratar el despido y consagrar definitivamente las ETTs no puede conducir a un empleo estable y de calidad. Hacía falta una reforma, pero radicalmente distinta.

MO: ¿Y que proponemos los comunistas?

IS: La reforma necesaria, a nuestro entender, es aquella que aplica medidas para acabar con el abuso de la contratación temporal y que inclina la desigual balanza entre los beneficios del capital y los derechos y rentas del trabajo. Así, nosotros defendemos la protección del empleo estable, mediante el aumento de las indemnizaciones por despido y la limitación de sus causas. Defendemos la reducción drástica de las modalidades de contratos y su causalización. Consideramos que tiene que perseguirse el fraude en la contratación y castigarse con contundencia. La supresión de las ETTs, la readmisión en el caso de despido improcedente, la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, la aplicación de la normativa en materia de salud laboral y fuertes castigos en caso de su incumplimiento, la jornada de 35 horas sin reducción salaria… y un largo etcétera.

MO: ¿Sigue siendo necesario el sindicato?

IS: Por supuesto, los trabajadores y trabajadoras debemos estar organizados. La organización obrera es la primera y necesaria condición para conseguir mejores condiciones laborales. El sindicato además de gestionar individualmente los problemas, debe dar respuestas colectivas, sin perder la perspectiva de la transformación social como sindicato de clase que debe ser. Porque las condiciones laborales de la clase obrera son el producto del sistema económico imperante, de las relaciones de producción y de la correlación de fuerzas entre clases. Perder la perspectiva del cambio social supone quedarse en la mera gestión de lo inmediato, intentando dar respuesta a las diferentes manifestaciones del conflicto sin abordar sus raíces.

MO: En el último Congreso se aprobó el modelo sindical más útil para la clase ahora mismo ¿cuales son sus puntos fuertes?

IS: Sí, el modelo sindical que nosotros defendemos es aquel que se define como sociopolítico, esto es, teniendo siempre como perspectiva el cambio político y social. Un sindicato de clase, reivindicativo, que impulsa acuerdos que suponen nuevas conquistas laborales, pero que al mismo tiempo no pierde de vista la organización de los trabajadores y las trabajadoras, la movilización y la huelga como instrumentos de presión y fuerza ante una Patronal respaldada por todo el entramado político, jurídico e institucional vigente. Nuestro referente sindical sigue siendo las Comisiones Obreras, cuyo nacimiento y crecimiento tienen mucho que ver con la historia del PCE. Aunque en la actualidad no siempre coincidimos y, a veces, mantenemos posiciones muy críticas, seguimos trabajando para que CCOO juegue el papel que le corresponde como sindicato de clase, asambleario, participativo y para que la democracia interna sea una seña de identidad.

MO: ¿Y que les dirías a l@s camaradas que están pensando en militar en otro sindicato?

IS: Hombre, pues sencillamente les diría que se han equivocado de Partido. Sinceramente, no puedo concebir que un militante del PCE, que voluntariamente se afilia y se somete a sus decisiones colectivas, pueda saltarse los acuerdos adoptados en sus congresos y especialmente, en el XVII Congreso. "Lo colectivo" es un valor fundamental para mi que supone participar en el proceso de elaboración de acuerdos colectivos y someterse voluntariamente a ellos. Y está claro que hoy nuestro referente y por tanto el ámbito de actuación y desarrollo de la actividad sindical del PCE está en CC.OO.

MO: Y para terminar, ¿cuales son las tareas inmediatas de los comunistas en el mundo del trabajo?

IS: La principal es recuperar la centralidad de las tareas del mundo del trabajo. La contradicción capital-trabajo es un elemento fundamental para un partido comunista y debe convertirse en un eje prioritario de su actuación. Las tareas del movimiento obrero, por tanto, deben ser cotidianas y transversales. Para ello, es necesario en el plano teórico fomentar el debate y la elaboración de propuestas ante la problemática laboral y, en el plano organizativo, reforzar las estructuras del Mundo del Trabajo del PCE procurando, a la vez, que las tareas sean una preocupación del conjunto del Partido. El debate, la propuesta, la organización y la acción tienen que ser pautas imprescindibles y necesarias para intervenir de forma activa en el conflicto laboral.

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