jueves, 1 de febrero de 2007

El Partido Comunista de España denuncia que la Reforma Laboral no ha conseguido reducir los altos índices de temporalidad


La tasa de temporalidad actual se sitúa por encima de la registrada hace un año, poniendo de manifiesto el fracaso de la Reforma Laboral.

Secretaría del Mundo del Trabajo del PCE.

30 de enero de 2007.

Según los datos que arroja la Encuesta de Población Activa del último trimestre , la tasa de temporalidad del mercado de trabajo alcanza el 33,82%, ligeramente superior a la registrada en el año 2005. Estos datos ponen de manifiesto la nula incidencia de la Reforma Laboral que entró en vigor el pasado mes de junio y que tenía entre sus objetivos aumentar la estabilidad del empleo.A pesar de la puesta en marcha del “Plan extraordinario para la conversión de empleo temporal en fijo” bonificado para la Patronal y cuya vigencia terminó el pasado mes de Diciembre, no se ha conseguido rebajar la tasa de eventualidad que alcanza cifras escandalosamente altas y muy alejadas (más del doble) de la media que registran los países de nuestro entorno.Tanto el aumento de la ocupación registrado en el último trimestre, como la disminución del desempleo que se sitúa en el 8,3%, no resultan nada satisfactorios si consideramos que los problemas estructurales que viene arrastrando el mercado de trabajo siguen sin resolverse: empleos eventuales y de baja calidad, paulatina sustitución de empleo con jornadas completas por jornadas parciales, excesivo paro femenino y juvenil. Además de todo ello, el mayor volumen de empleo sigue generándose en los sectores de la construcción y de los servicios, y muy poco en el sector industrial.

El modelo productivo español sigue sustentándose en sectores de mano de obra intensiva, poco cualificada y de escaso valor añadido. En el actual contexto de crecimiento económico, la Reforma Laboral no ha significado más que un fuerte traspaso de dinero público a las cuentas privadas empresariales (2.980 millones de euros en el 2006 y más de 3.000 millones presupuestados para el presente año) en un intento, por parte del Gobierno, de estimular la inversión productiva y potenciar el sector industrial, sin aportar medida o programa alguno que asegurase el cambio hacia un modelo de crecimiento innovador. Esta lógica ha sido una constante de las últimas reformas laborales firmadas y se ha demostrado que no ha servido más que para trasvasar rentas del trabajo a las rentas del capital.

Desde el Partido Comunista de España consideramos que es urgente y obligatorio la inversión de los fabulosos beneficios de la Patronal en el sector industrial, en investigación e innovación y en la creación de empleo de calidad, estable, aumentando el poder adquisitivo real de los salarios, protegido frente al despido y con medidas que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras.

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