jueves, 26 de abril de 2007
Hoy como ayer con la clase trabajadora
Manifiesto del 1ºde mayo
PSUC viu
Desde el PSUC viu celebramos un año más el 1º de mayo como partido de los trabajadores y trabajadoras de Catalunya y fieles a nuestra tradición de lucha y defensa de los intereses de la clase obrera. Los comunistas del PSUC viu consideramos la contradicción capital-trabajo como el eje central de nuestro análisis político, siendo ésta una contradicción que se expresa en la raíz del conflicto laboral y que supone priorizar las cuestiones de clase porque ambicionamos un mundo socialmente más justo,solidario y sin explotación de clase. En la actualidad, los gobiernos neoliberales y las multinacionales han intensificado la explotación de la clase obrera en su ofensiva por menoscabar los derechos sociales y el estado del bienestar. En este contexto, el sistema capitalista ha entrado en una fase de agresividad y violencia extrema donde la búsqueda del máximo beneficio ha agudizado las desigualdades sociales y ha justificado políticas de desregulación del mercado de trabajo, empobrecimiento de la protección social, reducción del empleo, deslocalización industrial o privatización de los servicios públicos.
El capitalismo internacional ha sumido al mundo en una espiral de guerra y barbarie. Iraq, Afganistán, Líbano y Palestina están en nuestra memoria. La globalización de la economía impuesta por el FMI y el BM ha representado para amplias zonas del mundo el expolio de sus recursos naturales, el incremento de la pobreza y la destrucción acelerada del medio ambiente. Y sin duda, es profundamente inmoral y deleznable ampararse en la democracia para saquear y provocar la muerte y el desplazamiento de millones de seres humanos.
En la Unión Europea, la aprobación definitiva de la directiva Bolkenstein por el Parlamento Europeo en noviembre marca una tendencia de retroceso social. La directiva, a pesar de las enmiendas y modificaciones realizadas, ha supuesto la mercantilización de los servicios públicos, la extensión del dumping social y la precariedad en el trabajo. Con ello, es el mercado el que regula las condiciones de vida de la clase trabajadora, menguando así, la propia capacidad de intervención de los estados en las relaciones económicas. Asimismo, la presentación por parte de la Comisión Europa del Libro Verde sobre derecho laboral y flexiseguridad plantea como objetivos una mayor flexibilidad de la legislación laboral respecto a la contratación indefinida, intentando casar de manera incompatible las necesidades organizativas y productivas de las empresas con la seguridad en el empleo de los trabajadores y trabajadoras. En realidad, el verdadero propósito del Libro Verde es el de revisar el modelo clásico de contratación indefinida por otro modelo de contratación temporal más frágil y abierto a las demandas de las multinacionales.
No menos acuciante es la situación del mercado laboral en España. La Reforma Laboral firmada hace un año no ha cumplido las expectativas ni los objetivos trazados. En diciembre de 2006 la tasa de temporalidad se situó entorno al 33´82%, variando apenas unas décimas respecto al índice en diciembre de 2005 que se era del 33´77%. Es decir, la precariedad y el trabajo temporal siguen manifestándose como el primer escollo en nuestro país a la hora de propiciar un trabajo estable y de calidad. La repetición en 2006 del esquema fallido de 1997 con la renovación del “Contrato de Fomento de la Contratación Indefinida” anunciaba el esperado fracaso de una reforma que de nuevo favorece el abaratamiento del despido a la vez que destina una enorme inyección económica a la patronal mediante el aumento de los incentivos y bonificaciones a la contratación indefinida y el rebaje de las cotizaciones empresariales al desempleo y al Fogasa. Al mismo tiempo y a pesar del descenso de la tasa de desempleo, del 8´30% según datos de la EPA del último trimestre de 2006, el trabajo en España es más precario debido a la rotación de la contratación indefinida y a una mayor subordinación de las plantillas a los avatares del mercado.
Por otro lado, la precariedad en el trabajo se ensaña especialmente con las mujeres. La tasa de desempleo femenino en España es del 11´6%, siendo la más alta de la zona euro y medidas como la reciente aprobación de la “Ley de Igualdad” constituyen un paso adelante en la conciliación de la vida laboral y familiar pero apenas mejoran la inserción laboral de las mujeres en el mercado de trabajo. De igual forma, la situación laboral de la población inmigrante en España muestra como cerca de 800.000 inmigrantes ilegales, un 56% de los trabajadores y trabajadoras inmigrantes, trabajan en condiciones muy inferiores a las del resto de la población y sin la posibilidad de reclamar sus derechos sociales más básicos.
En este 1º de mayo no podemos olvidar, obviamente, la situación de los trabajadores y trabajadoras en lucha por la defensa de su puesto de trabajo. Casos como el de Delphi en Puerto Real (Cádiz) o SAS en Abrera (Barcelona) exponen la vigencia de la lucha obrera y del espíritu combativo de la clase trabajadora de este país. Desde el PSUC viu nos solidarizamos con las empresas en lucha e instamos a la administración central y a los gobiernos autonómicos a que no sean meros espectadores de los conflictos laborales sino que actúen desde la defensa del empleo y de la industria frente a la deriva indecente de la patronal en su afán de desmantelar el tejido industrial del país a golpe de cierres de empresas, despidos y deslocalizaciones.
Es necesario un mayor compromiso de la clase política gobernante. Desde el PSUC viu hemos valorado positivamente la reedición de una mayoría de gobierno progresista en Catalunya. No obstante, consideramos que el nuevo gobierno ha de dar un giro importante en sus políticas sociales y económicas, interviniendo y evitando las deslocalizaciones con medidas legislativas que impidan tales prácticas empresariales y neutralicen la impunidad de acción de las multinacionales. Para ello, urgen impulsar políticas industriales, promoviendo el desarrollo de un nuevo modelo productivo basado en inversiones estratégicas de futuro y la incorporación de actividades industriales de mayor valor añadido. En paralelo, reclamamos políticas activas de ocupación y una política fiscal progresiva que aumente los impuestos de las rentas más elevadas como mecanismo para garantizar el incremento del gasto social en Catalunya e igualarlo a la media de la Unión Europea. El dogma neoliberal del déficit cero ha de ser relegado al olvido puesto que es incompatible con el avance del estado del bienestar al reducirse el gasto público y agravarse las carencias en los servicios sociales, en el acceso a la vivienda o en sanidad. Por último, exigimos el cumplimiento de la “Ley de Prevención y Riesgos Laborales” y la limitación por ley de la subcontratación laboral. En el conjunto del estado español, Catalunya está a la cabeza en los índices de siniestralidad laboral y por ejemplo en 2006 el número de accidentes de trabajo mortales aumentó un 40% con un total de 143 víctimas, la mayoría de ellas en el sector de la construcción. Son datos que ensombrecen las relaciones laborales en Catalunya y manifiestan el elevado grado de responsabilidad social de las empresas en los accidentes laborales.
En consecuencia, desde el PSUC viu seguiremos haciendo frente a la agresión continua de la patronal en lucha por una sociedad sin desigualdades sociales y por un reparto más equitativo de la riqueza. La disminución de la temporalidad y de la precariedad laboral, la recuperación de la causalidad contractual, la supresión de las ETT´S, la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales sin merma económica, la inserción laboral de la mujer, la mejora de las condiciones de la población inmigrante trabajadora, la reducción de la siniestralidad laboral, la aplicación de medidas legales coercitivas contra las empresas que aún presentando beneficios económicos deslocalizan parte de su actividad productiva o anuncian su cierre y la democratización de las relaciones laborales son objetivos a lograr en el futuro. Los dignos ejemplos en América Latina de Cuba, Venezuela y Bolivia nos hacen ser optimistas y encarar el futuro con la esperanza de construir un mundo mejor. Como comunistas no cesaremos en nuestra lucha por la justicia social y por una sociedad socialista en libertad y sin las ataduras de la explotación de clase.
¡VIVA LA CLASE OBRERA!, ¡VIVA EL 1º DE MAYO!
Mayo de 2007.
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