lunes, 20 de abril de 2009

1º de mayo: que la clase trabajadora no pague la crisis


Manifiesto del 1º de mayo del PSUC viu.

Celebramos este año el 1º de mayo en un contexto de profunda crisis económica, una situación que está provocando el deterioro de las condiciones sociales de la clase trabajadora y el aumento continuo del desempleo a raíz del proceso de desaceleración productiva que afecta principalmente a sectores como la construcción y la industria. Corren tiempos difíciles para la clase trabajadora. Desde el PSUC viu constatamos una realidad que desde hace tiempo hemos advertido y denunciado: la patronal está aprovechando la coyuntura de crisis económica para menoscabar los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras.

Es decir, se privatizan los beneficios y se socializan las pérdidas. No olvidemos que en los años de crecimiento de la economía española los beneficios empresariales aumentaron de manera indecente, en un 73% entre 1999 y 2006, mientras la clase trabajadora perdía poder adquisitivo, un 4% menos entre 1995 y 2005. Ahora que la economía española ha dejado de crecer por las propias contradicciones inherentes al sistema capitalista (crisis financiera y del modelo de crecimiento), el objetivo de la patronal es que la clase trabajadora pague las consecuencias de una crisis que no ha generado.

La pérdida de empleo es a día de hoy el efecto más dramático de la crisis. A la espera de la publicación de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2009, las estimaciones sitúan el número de parados en torno a los 4 millones y la tasa de desempleo en el 17%, una tendencia de aumento progresivo del paro, apreciable en la evolución de los datos del desempleo en cada uno de los tres primeros meses del año. En este sentido, las cifras son desoladoras. Sólo en los tres primeros meses de 2009 se han destruido cerca de 650.000 puestos de trabajo pero es más preocupante aun que las perspectivas para 2009 y 2010 sean de llegar incluso a los 5 millones de parados con una tasa de desempleo del 22%.

El panorama es aciago y lo es asimismo para el mercado de trabajo en Catalunya, segunda comunidad con la cifra más alta de desempleados con cerca ya de medio millón. No en vano, Catalunya sufre en los últimos años un reguero de cierres de empresas, expedientes de regulación de empleo y deslocalizaciones, una dinámica que esta mermando de manera gradual la capacidad productiva del tejido industrial de Catalunya. Los conflictos laborales vividos en grandes empresas como Seat, Nissan, Frigo o Panrico ponen de manifiesto hasta que punto la patronal esta dispuesta a realizar, bajo el paraguas de la crisis, una ofensiva contra los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras. El caso de Seat es paradigmático cuando se condiciona la fabricación de un nuevo modelo a la congelación salarial de la plantilla en una empresa que en 2008 registro unos beneficios de 44 millones de euros y que recibirá cerca de 300 millones de euros de la administración publica en concepto de ayudas al sector de la automoción. De igual manera, la multinacional Nissan en España, con 300 millones de beneficios en los últimos cinco años, anunciaba el pasado mes de octubre la presentación de un expediente de regulación de empleo para despedir a 1.680 trabajadores y trabajadoras de la planta de la Zona Franca.

Son los estragos de una crisis que en Catalunya esta golpeando duramente a la clase trabajadora y que se extiende más allá de los conflictos laborales en empresas importantes. Pensemos que por cada despido en una empresa principal hay que contabilizar tres despidos mas en la red de empresas proveedoras. Por ello, no podemos ignorar la frágil situación que sufren las empresas de componentes o las pequeñas y medianas empresas. Recientes son los casos de empresas como Esteban Ikeda, Simon, ACC Spain, Exide Technologies, Eurosit, Tubsa, EGO, Mahle, EMS, Ruffini, Robert Bosch, Indo o Delphi. Desde el PSUC viu nos solidarizamos con todas las plantillas que en el transcurso del último año han luchado por sus puestos de trabajo y por sus derechos laborales y sociales a la vez que exigimos al Govern de Entesa de la Generalitat una política industrial más activa que genere empleo de calidad y frene el retroceso que padece actualmente la industria en Catalunya.

La apuesta por un empleo estable y de calidad ha de seguir siendo uno de los ejes centrales de las reivindicaciones sociales de la izquierda política y sindical. El mercado laboral español no sólo continua presentando los mismos déficits sociolaborales anteriores a la crisis, es decir, un elevado índice de trabajo temporal así como de desempleo femenino y juvenil, sino que la situación se ha agravado y a pesar del incremento del paro la temporalidad laboral sigue rondando el 30% frente al 17% de la media europea, el desempleo entre las mujeres se situó en febrero de este año en el 16%, cinco puntos más que el registrado en febrero de 2008, y el desempleo entre los menores de 25 años ha alcanzado la tasa del 32%, diez puntos mas que hace un año y muy superior al 17% que presentan de media los países de la zona euro. Al mismo tiempo, tampoco podemos obviar la precariedad laboral que afecta a los trabajadores y trabajadoras inmigrantes, colectivo que sufre una tasa de temporalidad laboral del 44% y unas condiciones de vulnerabilidad legal y social inadmisibles en un Estado social y de derecho.

España es en el conjunto de la Unión Europea el país líder en precariedad y deterioro constante del mercado laboral. Ello confirma la fragilidad de nuestro mercado laboral y de un modelo productivo que en los últimos años se sustentó de manera casi exclusiva en la construcción inmobiliaria y en los servicios, disociando así la economía especulativa y financiera de la economía productiva, circunstancia que unida al origen financiero de la crisis ha hecho que las repercusiones de la actual situación económica internacional se hayan mostrado con más virulencia e intensidad en nuestro país. En paralelo, la debilidad estructural del mercado laboral español pone de manifiesto las propias carencias del Estado social. En España el gasto social sigue siendo insuficiente en un contexto de superávit de la Seguridad Social y de creciente desprotección social de miles de familias que carecen de prestación por desempleo y de cualquier ayuda de carácter asistencial. Así, del total de parados inscritos en las oficinas de empleo, cerca de un millón no reciben ningún tipo de renta pública y son 830.000 familias las que afrontan 2009 con todos sus miembros en el paro. Es hora, pues, de incrementar sustancialmente el gasto en materia social y de ampliar el periodo de prestación del desempleo para hacer frente a la pauperización de los medios de subsistencia de millones de desempleados.

Los principios básicos del neoliberalismo han fracasado. Se ha desmontado la mácula de la autorregulación de la economía sin la intervención del Estado y hoy en día son cada vez más los gobiernos que se ven en la necesidad de concretar planes de rescate a fin de salvaguardar las cuentas de las entidades financieras, desarrollando, así, políticas de nacionalización como antídoto a la recesión económica y a la caída en picado de los activos de los bancos. Así ha ocurrido en el supuesto edén del neoliberalismo siendo el gobierno de Estados Unidos el primero en intervenir en entidades financieras como Fannie Mae, Fredie Mac o recientemente con la compra del 36% de las acciones de Citygroup, caso éste último que ha convertido al gobierno norteamericano en el mayor accionista de uno de los bancos más importantes a escala internacional. Y aunque el objetivo de tales políticas sea el de proteger a los más poderosos se ha evidenciado la falacia y el vacío de un sistema capitalista injusto, generador de miseria e incapaz de corregir sus propias taras sino es mediante el arbitraje de la administración pública.

Desde el PSUC viu hacemos un llamamiento a nuestra militancia y al conjunto de la ciudadanía a impulsar la más amplia resistencia a la crisis y al intento de la patronal de que seamos los trabajadores y trabajadoras los que paguemos el precio de la actual situación económica, a través del desarrollo de acciones en los centros de trabajo, debates, encuentros ciudadanos y manifestaciones.

Nuestro llamamiento lo hacemos extensible a las movilizaciones del 1º de mayo participando en las manifestaciones convocadas por CCOO y UGT en Catalunya así como a la jornada convocada por los mismos sindicatos para el próximo 14 de mayo en Madrid en favor de una Europa social, en demanda del mantenimiento del empleo y con la intención de expresar un NO contundente y firme al chantaje permanente de la patronal.

¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!.

¡VIVA EL 1º DE MAYO!.

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