"No aceptaré una candidatura única que no sea presidida por mí."
José María Fidalgo, secretario general.
José María Fidalgo (León, 60 años), médico traumatólogo, está convencido de que tiene los apoyos suficientes para optar a su tercer mandato al frente del sindicato. Ya ha completado su nuevo equipo, en el que habrá paridad de mujeres acostumbradas a mandar.
¿Aceptaría una candidatura única?.
No, si no la encabezo yo.
¿Por qué?.
No quiero presidir el declive de este sindicato, y llegaremos a él si en lugar de disolverse las fracciones se crean otras nuevas para repartirse las diferentes áreas de dirección. Yo he propuesto un acuerdo amplio sobre qué política seguir. A partir de ahí esas corrientes podrían disolverse e integrarse en la nueva dirección. Si esto no es posible, existen dos personas conocidas como somos Toxo y yo y que los delegados elijan. Yo puedo ofrecer el balance de mi gestión.
¿Molesto con Toxo?.
No porque haya presentado una candidatura, sino por las formas. Yo me enteré por la prensa de que había creado otra candidatura. Ni se comunicó ni se discutió en los órganos internos del sindicato las razones por las que se hacía.
¿Continuismo?.
La gestión del sindicato ha sido buena durante este periodo. El sindicato ha ganado afiliación. Hemos ganado delegados en las empresas. Hemos ganado las elecciones y hemos tomado la iniciativa sindical. A pesar de ello, yo no le doy un sobresaliente, ni siquiera le pongo un 8, sino un 5,5 porque creo que tenemos mucho margen para seguir mejorando y eso es lo que tendríamos que estar discutiendo en lugar de quiénes se reparten el poder.
¿Cómo explica que Catalunya le haya dado la espalda?.
Una parte votará a Toxo y otra me votará a mí. Su congreso puso de manifiesto que no existen criterios unánimes.
¿Harán una huelga general a Zapatero?.
El sindicato no es una máquina de hacer daño a los gobiernos. Cuando hemos salido a la calle es porque no hemos tenido más remedio. Confío en que una vez acabe el IX congreso nos pongamos a trabajar con la patronal en definir la política salarial para el próximo año y avanzar en las reformas que este país necesita para salir de la crisis, y que evidentemente no son bajar salarios ni impuestos o abaratar el despido.
La Vanguardia,
18 de diciembre de 2008.
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