sábado, 4 de abril de 2009
Entrevista a Ramón Górriz, Secretario de Acción Sindical de CCOO
Mundo Obrero, abril de 2009.
Aragonés, trabajador de la GM de Zaragoza, militante de CCOO desde la década de los setenta y veterano militante marxista, Ramón Górriz es en la actualidad el Secretario de Acción Sindical. Vinculado a la Federación Minerometalúrgica de CCOO desde sus inicios como sindicalista, es el encargado de llevar el sindicalismo de clase a los sectores más vulnerables de nuestra economía. Militante de Izquierda Unida desde su fundación y colaborador ocasional de Mundo Obrero, es miembro del Consejo Político Federal de IU desde su IX Asamblea.
Mundo Obrero: Se aprecia un claro desplazamiento del riesgo y la responsabilidad de los que han provocado y gestionado la crisis hacia los trabajadores, a través de los despedidos y la defensa de políticas de ajuste social. ¿Frente a ello, qué estrategia va a desarrollar CCOO?
Ramón Górriz: Existe una clara continuidad histórica de la postura de la patronal a lo largo de la historia reciente. Para la derecha económica, en momento de crisis el problema está en el mercado de trabajo, por lo que sólo cabe una respuesta: mayor flexibilidad. CCOO rechaza de plano esta postura de la patronal, y se opondrá a toda postura que defienda una supuesta salida a la crisis vinculándola a la pérdida de derechos laborales. El problema económico y laboral en España hay que buscarlo en su propia estructura económica, para lo cual CCOO defiende a corto plazo una salida a la crisis que pase por tres prioridades: defensa del empleo, aumento de la protección social y cambio del modelo productivo. Para ello es necesario llegar a un Pacto de Estado por el Empleo.
Este cambio de modelo económico que defendemos pasa en primer lugar por la puesta en práctica de una nueva política fiscal, que recupere su progresividad, con el objetivo de aumentar los recursos necesarios para la puesta en práctica de un plan de choque industrial, el desarrollo de una política científica y tecnológica avanzada, la puesta en práctica de la Ley de Dependencia y el fortalecimiento de la FP y de toda la enseñanza pública. Un cambio de modelo productivo por tanto, que sitúe al sector público como eje central.
M.O.: Sin embargo la crisis no es tanto un tema moral del empresariado como una cuestión estructural. Vivimos en un modelo económico que requiere de bajos costes salariales para su expansión. Un Pacto de Estado como el que propone CCOO parece difícil.
R.G.: Es evidente que la crisis no es consecuencia de que tengamos malos empresarios. El problema estructural que señalas se relaciona con la propuesta de cambio de modelo productivo a la que he hecho referencia. La crisis no se va a superar si no cambiamos el modelo de crecimiento que tiene España. Con ese objetivo CCOO propone un Pacto de Estado, en el que sectores concretos del empresariado pueden estar también de acuerdo. Dentro de la patronal hay visiones diferentes y CCOO trabaja en el diálogo social con el objetivo de que las posturas más conservadoras y antisociales queden aisladas.
M.O.: El pasado fin de semana Felipe González instaba a "sacar las grúas" como forma de superar la crisis. Mientras Zapatero centra su política económica en el desarrollo de un ambicioso plan de infraestructuras. Todo apunta a qué en el gobierno tampoco se cuestiona el modelo económico actual. ¿Cómo aborda CCOO esta realidad?
R.G.: El Gobierno actúa de manera improvisada y algo contradictoria. Por un lado Zapatero anuncia que el Gobierno va a mantener las prestaciones y no va realizar reforma laboral alguna, declaraciones que desde CCOO valoramos de manera positiva. Por el otro, el pasado 6 de marzo, aprueba por su cuenta una serie de medidas en contra del criterio de los sindicatos. Medidas que se basan en recetas ya fracasadas como el uso de las bonificaciones a los empresarios y la apuesta por el contrato a tiempo parcial, en un país, que como España, cuanta con una estructura productiva que puede emplear dicho contrato para sustentar la economía sumergida y provocar situaciones de discriminación y desigualdad entre trabajadores.
M.O.: Después de las medidas aprobadas el pasado 6 de marzo por el Gobierno. ¿En qué situación se encuentra el Diálogo social?
R.G.: Se pueden apreciar tres posturas. La defendida por CCOO de llegar a un Pacto por el Empleo que dure toda legislatura; una especie de defensa por parte de la CEOE de un "programa máximo"; y por último, una actitud del Gobierno muy mediatizada por el miedo a perder las próximas elecciones europeas y, por tanto, tendente a dar una impresión de "Gobierno que toma decisiones". En ese marco es en el que entendemos las medidas aprobadas el pasado 6 de marzo.
M.O.: Parece claro que sí se apuesta por una profundización del modelo, tarde o temprano, es inevitable que el Gobierno sea partidario de aprobar medidas flexibilizadoras del mercado laboral. Con esa perspectiva, ¿consideras acertado el descartar una huelga general?
R.G.: La huelga general es una herramienta de los trabajadores y de CCOO, por tanto nunca se descarta. Las huelgas generales se convocan frente a una agresión a los derechos de los trabajadores o en defensa de un plan social o económico concreto. CCOO va a continuar en el diálogo social defendiendo una política en defensa del empleo, de aumento de la protección social y de cambio de modelo productivo. De momento es ahí donde vamos a trabajar. Pero si lo que se propone es una política de recortes laborales y pérdida de derechos como salida a la crisis, CCOO no descartará entonces la huelga general como respuesta.
M.O.: Parece por tanto que se establece una dialéctica de cambio-continuidad que va unida a otra de diálogo-movilización. Has hablado de cómo CCOO enfoca su trabajo en el diálogo social. Pero ¿qué lugar ocupan las movilizaciones en este periodo?
R.G.: CCOO junto a UGT está llevando a cabo diferentes movilizaciones en todo el Estado, manifestaciones que no deben tomarse de manera aislada o testimonial sino que forman parte de un trabajo sostenido y bien planificado. La respuesta a las mismas está siendo muy importante. Manifestaciones como la de Zaragoza o la de Barcelona del pasado 14 de marzo así lo dejan claro. En Madrid está convocada una manifestación para el día 19 de abril, así como una respuesta europea el 14 de mayo en Madrid convocada por la CES. Las movilizaciones son centrales para evitar cualquier medida de recorte de derechos de los trabajadores en momentos, que como el actual, algunos quieren aprovechar para continuar con las mismas políticas que nos han llevado al desastre actual.
M.O.: Por tanto hablas de una táctica de acumulación de fuerzas, ¿bajo qué objetivo inmediato?
R.G.: El de imponer una salida negociada a la crisis por medio de un pacto de legislatura, lo que denominamos un Pacto por el Empleo, que además de defender el empleo y el aumento de la protección social, suponga un cambio de modelo productivo y de política fiscal. Para ello CCOO trabaja en la sensibilización social, en la movilización y en las mesas de diálogo.
M.O.: Sin embargo es claro que existe un bloque de poder, que entiende que los problemas de la crisis se encuentra en el mercado laboral, y que vincula políticas de abaratamiento de costes laborales a creación de empleo.
R.G.: Si la salida es reducir derechos, habrá huelga general.
M.O.: En estos momentos también se encuentra en discusión los Acuerdos Interconfederales de Negociación Colectiva (ANC). con la patronal. ¿En qué situación se está?
R.G.: CCOO defiende que la capacidad adquisitiva de los trabajadores no se vea afectada por la crisis. La crisis ha hecho que se pierda masa salarial, por lo que rechazamos la postura de la patronal de una subida salarial de 0a 1%. Estamos ante una crisis de demanda, lo que convierte a la moderación salarial como una medida pro-cíclica. Desde la patronal se argumenta que la crisis plantea una excepcionalidad no prevista en los ANC firmados. La única excepcionalidad han sido los grandes beneficios empresariales de 2006-2008. CCOO no va a permitir que la crisis sea la excusa que utilice la patronal para imponer una política de recortes laborales.
M.O.: Haces más referencia como política de la CEOE a los recortes laborales que a la moderación salarial. ¿Por qué?
R.G.: Para la patronal el ANC es una especie de florero. Su verdadero objetivo es imponer en el Diálogo social una política basada en tres medidas: bajada de las cotizaciones sociales en un 3%; que el control del absentismo laboral pase a las mutuas; y por último, la flexibilización de la contratación (el llamado contrato de crisis) y la legalización de las empresas privadas de colocación. Es posible que ceda en el ANC pero sólo a cambio de imponer estas medidas. Frente a ello CCOO defiende una subida salarial del 2% con el objetivo de reforzar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, junto a un aumento de la protección social y la defensa de un cambio de modelo productivo.
M.O.: Has mencionado la convocatoria de la CES. ¿Qué valor le da CCOO a articular una respuesta internacional a la crisis?
R.G.: El próximo 14 de mayo confluirán en Madrid el sindicalismo de clase del Sur de Europa, al igual que en otras ciudades tendrán lugar movilizaciones similares el mismo día. CCOO entiende que discursos de "nacionalismo" económico no son más que formas que intentan imponer políticas anti-obreras haciendo uso del nacionalismo político, del racismo y la xenofobia. En momentos como el actual, si no damos una respuesta social y de izquierdas a nivel europeo, lo que habrá será un reforzamiento de los nacionalismos, y por tanto, de políticas contraria a los intereses de los trabajadores.
M.O.: CCOO da mucha importancia a la cuestión fiscal. ¿Qué política defiende CCOO al respecto?
R.G.: CCOO se opone a cualquier política económica basada en bajar impuestos y rebajar las cotizaciones sociales de los empresarios. Ahora, en momentos de crisis, el Estado no tiene recursos para afrontar las consecuencias sociales y económicas de la situación actual, y la política de bonificaciones a la bajada de cotizaciones puede poner en riesgo la propia Seguridad Social. Al principio de la legislatura era evidente que la situación económica iba a empeorar, y sin embargo se suprimió el Impuesto de Patrimonio, medidas como la de los "400 euros", el "cheque bebé", etc. Es necesario abandonar la fiscalidad liberal y el monetarismo para regresar a la progresividad y la suficiencia de nuestro modelo fiscal.
M.O.: Pero este nuevo modelo fiscal tiene que ir aparejado a un nuevo sistema financiero en España. ¿Cuál es la alternativa de CCOO de cara al sector financiero?
R.G.: Más intervención pública a través del incremento y puesta en práctica efectiva de condiciones de seguimiento y la entrada en los Consejos de Administración de la banca privada. En segundo lugar, y respecto las Cajas de Ahorro, CCOO es favorable a las fusiones pero vinculándola a una reforma de la Ley de Cajas y la defender del carácter social de la mismas. Por último, CCOO es favorable de la aplicación de cláusulas sociales en lo relacionado con el Fondo de Inversión Local.
M.O.: Antes hablabas de la necesidad de acumular fuerzas para una salida social a la crisis. Pero para ello es fundamental fortalecer y extender el sindicalismo de clase en aquellos sectores sociales y económicos donde predomina la precariedad laboral, la falta de derechos y la ausencia del sindicato. ¿Cómo trabaja CCOO estos sectores?
R.G.: En el IX Congreso aprobamos un Plan de Acción Sindical para los próximos cuatro años. Nuestro objetivo es llevar el contenido de este plan al mismo diálogo social. En lo concreto, podemos decir que el contenido del Plan de Acción se puede resumir en cuatro puntos: reforzar la acción sindical y la negociación colectiva; tomar como referencia en nuestra política organizativa a las secciones sindicales y las federaciones; y dos puntos más relacionados con cambios estructurales, al defender un nuevo modelo fiscal y la defensa de una alternativa económica. Esos son los elementos centrales de nuestra propuesta.
Si nos centramos más en el modelo organizativo, nosotros apostamos por reforzar las secciones sindicales. El delegado de CCOO tiene que hacer lo que se decida en su sección sindical. El comité de empresa no dirige ni organiza; la sección sindical sí. Sino se cae en el corporativismo.
M.O.: Para finalizar. El pasado 6 de marzo se realizó el primer encuentro entre las direcciones de CCOO y de Izquierda Unida. ¿Cómo se valoraran desde CCOO las relaciones entre ambas organizaciones?
R.G.: Desde CCOO respetamos la autonomía respecto a las estrategias de otras organizaciones. En las cosas que coincidimos intentamos profundizar; en las que discrepamos seguimos debatiendo. Pero esta autonomía de CCOO no quiere decir equidistancia. Para Comisiones Obreras, Izquierda Unida forma parte del mismo cuerpo social en el que se encuentra CCOO, el de aquellos que plantean la necesidad del cambio de la sociedad. En este sentido, valoramos como muy positiva la recuperación por parte de IU, del discurso de la centralidad del mundo del trabajo en su última asamblea.
* Fundación de Investigaciones Marxistas.
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